
Una tarde de charla tranquila con mi madre, en la que le contaba todo lo que se echa de menos de Rute cuando se vive lejos, le dije que, aunque pudiera parecer una tontería, se me hacía extraño no poder ir a recibir a los hermanos de Andujar.
Comenzamos a hablar de los sentimientos, y de esa ‘extraña’ bienvenida en la tarde del lunes, pues no es algo demasiado habitual. Y entonces ella me dijo algo en lo que nunca había pensado, y es que el hecho de recibir multitudinariamente a aquellos afortunados que han podido viajar hasta el Santuario (que hoy día sí es habitual, pero en tiempos pasados no todo el mundo tenía facilidades para viajar) es porque vienen de un lugar considerado “santo”, y con la bienvenida, las canciones y las expresiones de júbilo, se quiere celebrar que el viaje haya resultado bien y, de camino, recibir un poquito de las bendiciones que les hayan podido ser dadas en el santo lugar a todos aquellos que pudieron ir a ver a la Madre de Dios.
By.- Devota ruteña lejos de su tierra
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