
El 7 de mayo de 1677, estaba el niño Vicente Alonso Comes, de nueve años, hijo de Nicolás y Ángela, vecinos de Burjasot, delante de la Ermita de San Roque volando una cometa.
Se construían por aquel entonces los grandiosos silos para la conservación del trigo, y absorto en su juego y sin advertir el peligro, cayó en uno de ellos, que tenia 60 palmos de profundidad, dando en las losas del pavimento.
Cuantos le vieron caer pensaron que se había estrellado contra el suelo; pero el niño risueño y alegre daba voces diciendo que la Señora de la Ermita había puesto las manos entre la cabeza y la losa, diciéndole: No te asustes hijo mío, porque yo soy la Virgen de la Cabeza y te guardare la tuya.
By.- Z,J Fuente.-Biliografia; Historia Documentada de Nuestra Señora de la Cabeza. José Maria Masiá y Llompart
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