Para ese evento, la Cofradía organizo unos actos extraordinarios, como una función especial de fuegos artificiales y la actuación de la Banda de Cornetas y Tambores de Cabra. La imposición del Fajin corrió a cargo del Comandante Jefe del Puesto de la Guardia Civil de Rute, en representación del Teniente Coronel de la Comandancia de Córdoba. A dicho acto se invito a las autoridades locales, así como a las cofradías de Rute. Para ese año había sido nombrado Hermano Mayor el insigne medico ruteño Don Antonio Isidoro Roldan Ariza.
Con el fin de dar una mayor solemnidad al acto, la Junta de Gobierno encargo al Hermano Mayor, pronunciar un discurso una vez el jefe militar hubiese impuesto el Fajin a Nuestra Señora.
Puesto manos a la obra, el sábado anterior al Dia de la Virgen, una vez finalizado el Panegírico y la Velada, D. Antonio Isidoro comenzó a escribir el discurso. Lo repaso una y mil veces, cambiando algunas palabras, moviendo de lugar una que otra coma, y cuando lo estuvo terminado, lo paso a limpio y lo guardo en el bolsillo interior de su chaqueta.
El Dia esperado llego, la Virgen salio al Llano repleto de gente, El Comandante Jefe le coloco el Fajin a nuestra Morenita, y ahora tocaba según el programa, el discurso del Hermano Mayor. D. Antonio Isidoro busco el discurso en el bolsillo interior de su chaqueta, pero allí no había nada, luego busco en los bolsillos exteriores, tampoco aparecía el discurso, volvió a buscar de nuevo en todos los bolsillos, pero nada de nada, entonces recordó que la chaqueta que llevaba puesta no era la misma que la del día anterior, y por lo tanto el discurso se había quedado en la otra chaqueta. Preso de un ataque de nervios solo acertó a decir “Viva la Virgen de la Cabeza” a lo que todos los asistentes respondieron con un Viva y así acabo el acto.
By.-Z,J
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