
Nuevamente, como un ritual que se repite año tras año, centenares de ruteños dejaron ante las plantas de la Virgen de la Cabeza su testimonio de cariño y devoción plasmado en un ramo de flores. Son toneladas de sentimientos, de inocencia de los niños, de promesas materializadas en claveles, rosas, jerveras, margaritas,…etc. Desde la Ermita de la Vera-Cruz partió la comitiva, una Salve a la Virgen de la Sangre fue la muestra de cariño a la Madre de Dios, en su advocación crucera. Ante el Altar de la Virgen de la Cabeza, los coros fueron desgranando sus oraciones en forma de Salve, el coro de Baena interpreto su última composición dedicada a la Morenita. Con un “Dios te Salve, Morenita ruteña, Dios te Salve, Pastora de Amor”, el Coro de la Morenita arranco lagrimas de los presentes, y de algunos de los miembros del mismo, que mostraron así su emoción al mirar a los ojos a la que es el centro de su devoción, la Reina de sus corazones. El punto final lo puso el coro de la Real Cofradía, que dedico a la Virgen la Salve compuesta por el Pregonero de este año, que habla de que el corazón de la Virgen es mayor que su talla, un corazón en el que cogen todos sus hijos, los de hoy, los de ayer, y los de siempre. Varias cofradías, Jesús de la Rosa, Virgen del Carmen, Abuelito, Borriquita, Resucitado, la Asociación del Cáncer, la Academia de baile de Sebastián Leal, la Asociación Morenita Reina de Rute, y miles de ruteños, dejaron sus flores ante la Virgen de la Cabeza.
By.- Z,J y A,A
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