
El cargo de Hermano Mayor ha tenido diversas funciones en nuestra Real Cofradía. Desde ser el regidor máximo, y casi único, de la hermandad y serlo de forma vitalicia, a ser el máximo representante de la misma solo durante un año, o a como lo es hoy en día, un cargo honorífico. En este artículo vamos a hablar de los hermanos mayores de nuestra Real Cofradía durante el siglo XVIII. En esa época el cargo era vitalicio, es decir, la persona lo ostentaba desde su nombramiento hasta su fallecimiento. La persona elegida para Hermano Mayor, juraba ante una cruz “decir verdad de las cuentas que tenia que presentar”. Las personas que ostentaron dicho cargo en ese siglo fueron las siguientes: D. Antonio Garrido, hasta 1719; D. Francisco Gaspar de Arcos, 1719-1724; D. Bartolomé Tejero, 1724-1762; D. Lucas de Mendoza, 1762; D. Juan de Piedra y Arcos, 1762-1791 y D. Cristóbal García Vázquez, 1791 en adelante.
D. Bartolomé Tejero, fue el Hermano Mayor que convirtió la pequeña Ermita de la Virgen de la Cabeza, construida siglos antes, en el gran templo que hoy disfrutamos, gracias a su esfuerzo y de tantos devotos de la Virgen de la Cabeza. Las obras se desarrollaron durante varios años, consistiendo en la construcción del campanario, ampliación de la nave central y construcción de las laterales, la incorporación de las columnas de piedra, que fueron compradas en Cabra a unos canteros de dicha localidad, y que costaron 1825 reales. Además construyo algunas dependencias anejas. A este Hermano Mayor se debe la mas importante obra de arte que tenemos en Rute, el Camarín de la Virgen de la Cabeza. Otro gran Hermano Mayor de ese siglo fue D. Juan de Piedra y Arcos, fue el iniciador de la Aurora, con instrumentos de viento, al existir recibos de compra de campanitas, clarinetes…Regalo a la Virgen una corona de plata cincelada.
By.- Z,J
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