
Tras apacentar su ganado por los cercanos montes y ya a la caída del atardecer Juan se postraba para alimentarse, orar y descansar durante la noche, del batallar que el rebaño que tenia a su cargo le había dado a lo largo del día. Hacia varias noches que venia observando una serie de luminarias en lo alto de los riscos del cerro donde tenía puesto su hato a la par que escuchaba el tañir de una campanilla, la primera noche asustado observaba el espectáculo que en lo alto del cerro tenia lugar, resplandores recorrían la cima del mismo y el incesante tañido de una campana.
En la noche del 11 al 12 de Agosto del año de 1.227, armado de valor, decidió subir ha observar mas de cerca lo que allí sucedía, pese a lo escarpado del terreno y teniendo en cuenta que Juan se encontraba impedido de su brazo izquierdo, se dispuso a resolver aquel misterio, esquivando riscos y zarzas, apenas viendo el sinuoso trayecto que recorría por unos pequeños rayos de luna , llego a la cumbre del cerro, las piedras con aquellos resplandores formaban unas extrañas formas y concavidades, fue acercándose hasta descubrir la concavidad de dos peñones desde donde parecían surgir el sonido y las luminarias que desde varias noches venia observando. Aparto el matorral y algunas zarzas que cubrían la misma y quedo asombrado de lo que allí descubrió, una pequeña imagen de la Virgen María, de tez morena que rodeaba y cogia al niño Jesús con su mano izquierda.
Maravillado de tan grandioso hallazgo, se postro ante la Imagen de la Stma Virgen a la cual estuvo rezando largo tiempo, una vez concluidas las oraciones, entraron en dialogo.

No temas siervo de Dios, sino llégate Andújar, y dirás como ha venido el tiempo en que la Divina voluntad se execute, haziendome en este sitio donde estoy un Templo, en que se han de obrar portentos y maravillas en beneficio de las gentes”.
Y queriendo la virgen Santísima acreditar la sencillez del pastor, y que se creyese en Andújar, como era decreto superior, y Divino, que se le diese adoración en aquel Monte a la Sacrosanta Imagen ;mandole desencoger un braço, y mano de que estava manco, y valdado y le volvio a decir:
“Seguro puedes ir, que como Dios te ha dado sanidad, hara que den credito a tus palabras, porque su voluntad es que tu que has sido testigo de estas maravillas estando manco, las publiques a todos estando de repente sano". (Panegírico de Salcedo Olid 1677).
By.- A,A Fuente.- La Virgen de la Cabeza, Historia, leyenda y actualidad de Enrique Gómez Martínez.
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