
La imagen de nuestra Señora de la Cabeza, según diversos estudios publicados años atrás, podría presentar ciertas divergencias con respecto a su primigenio origen y simbolismo. Dicha fruta podría no tratarse de un madroño. El sacerdote Francisco Rus Puerta, de vasta formación y notable impulsor de la contrareforma, siglos atrás, ajusta su descripción en el libro “Obispos de Jaén Segunda parte de la historia eclesiástica de este reino y Obispado”, y nos dice.- Con la mano derecha le ofrece una rosita o manzana colorada al niño.
La manzana evoca el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal y ha quedado como el símbolo del deseo, del pecado, de la tentación y de la discordia, que se personifico en Eva, por donde entro el pecado y la maldad en la humanidad. María es remedio a todo esto, la antitesis, la nueva Eva por medio de la cual el género humano recupera la gracia y el favor divino. Así lo han plasmado los exégetas bíblicos marcando las pautas a los artistas que lo han plasmado en sus reproducciones iconográficas.
Es por tanto una creencia popular entre los fieles y devotos de la Sagrada imagen de la Virgen de la Cabeza, que tal fruta por su color rojizo, es un madroño quizás por ser producto de la flora que envuelve el lugar de Sierra morena donde se asienta el Santuario.
By.-A,A Fuente.- La Virgen de la Cabeza, iconografía y culto popular
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