lunes, 18 de junio de 2012

Reflexiones romeras.


Pasado ya un tiempo de la Romería 2012, que perdurará en el recuerdo de los devotos y romeros en general de Nuestra Señora de la Cabeza por la climatología tan dura que padecimos todos, me vienen a la memoria ciertas imágenes de lo vivido este año en el Cerro.

En primer lugar, desde que conocimos la noticia de la imposición de las tasas de romería, nos situamos claramente en posición clara de considerarlas un error. A la vista está que otros años con un clima similar, ha habido muchísima más afluencia al cerro que en esta pasada edición donde apenas éramos unas decenas de miles los allí congregados. Resulta inconcebible como en la misma rotonda de acceso al desvió del Santuario, apenas 300 mts. de haber dejado la autovía A-4, nos podíamos encontrar con un letrero enclavado junto un magnífico monumento a la montería, donde se avisaba que apenas a 20 mts. existía un puesto donde sacar el “famoso” ticket que daba derecho al aparcamiento del vehículo o tienda de campaña en los terrenos que el ayuntamiento había delimitado en la Sierra; una imagen que desde luego no es la más adecuada para promocionar un evento de estas características, y menos aun, para realzarla a nivel turístico.

Pero no quedaron aquí estos “pequeños fallos”. La magna procesión se desarrollaba pese a los avisos de la AEMET de precipitaciones intensas para aquellas horas en que la Imagen de la Virgen se encontraba visitando a sus hijos. ¿Dónde estaban los medios de comunicación que debían existir entre los fiscales que se encontraban más arriba de la carretera y que veían venir la tromba de granizo que se estaba avecinando para comunicarlo y avisarlo al resto de compañeros que estaban situados más abajo y que no veían lo que se avecinaba?

¿Dónde estaba el equipo de protección, que me consta que existe, para proteger el templete de la Stma. Virgen, o al menos una protección adecuada para la Sagrada Imagen? Son pequeños lapsus de memoria que pueden acarrear graves y serios problemas. Los anderos de María Santísima, dando la cara ante la adversidad, portaron a Nuestra Madre con paso firme y valiente en muy poco espacio de tiempo la llevaron hasta la seguridad del interior del Templo.

Son pequeñas reflexiones que me hago y os hago públicas a fin de que esta serie de imprevistos, por parte de quien corresponda, no vuelvan a repetirse.
By.- A,A

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