jueves, 11 de octubre de 2012

Cincuentenario de la Coronación Canónica de la Stma Virgen de Monlora.

La Hermandad de Nuestra Señora de Monlora, con la que está hermanada desde 2003 la Real Cofradía de María Santísima de la Cabeza Coronada de Rute, ha celebrado recientemente el acto culminante del cincuentenario de la Coronación Canónica de la Sagrada imagen de la Virgen de Monlora.

Ha sido un año muy ajetreado, en el que la Junta de la Hermandad de Monlora ha trabajado incansablemente, como siempre hace, para propagar la devoción a la Santísima Virgen, y acercarla a todos sus devotos. Por primera vez en más de cincuenta años, la imagen de la Santísima Virgen ha salido del término municipal de Luna para visitar los pueblos aledaños que la rodean: Ejea de los Caballeros, Valpalmas, Sierra de Luna, las Pedrosas, Erla… Pueblos pequeños a vista de Andalucía, pues ninguno llega al millar de habitantes, pero del tipo rural que configura la geografía aragonesa.

Todo el verano ha sido una preparación para este tema: conferencias de todo tipo en torno a Monlora: religioso, histórico, devocional, naturaleza… Y como punto fuerte la tradicional bajada a hombros de la Virgen a Luna para presidir los actos de las fiestas patronales. Bajada que este año estuvo amenizada constantemente por la música popular de la jota y el baile de las jóvenes de Luna, que quisieron rendirle este sentido homenaje a su Madre y Patrona.

Así, caldeado el ambiente en los meses previos, el 29 de septiembre de 2012, bajo una lluvia prácticamente idéntica a la que hizo acto de aparición cincuenta años atrás, la Virgen de Monlora salió de su templo, para ser introducida en la carpa que se había instalado en la explanada del santuario, donde fue recibida por la Banda Municipal de Luna a los acordes del Himno Nacional y de los Gozos, himno propio de la Virgen de Monlora.

Allí tuvo lugar el solemne Pontifical presidido por Mons. Julián Ruiz Martorell, Obispo de la diócesis de Jaca, y concelebrado por una veintena de sacerdotes. Al comienzo de la celebración, el Exmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Jaca bendijo nuevamente las coronas de la Virgen y del Niño, que han sido restauradas, y las colocó sobre sus benditas sienes, recordando aquel momento emocionante de 1962 en el que su predecesor, Mons. Ángel Hidalgo, la coronase canónicamente por la concesión Pontificia hecha por el hoy Beato Juan XXIII por medio de la Bula “Marianae Pietatis”.

A Monlora acudió gente de todos los pueblos de la comarca; aunque muchos se quedaron en casa atemorizados por la fuerte lluvia que caía. Alguno de los párrocos de los pueblos vecinos indicaba que había personas que, ante el chaparrón, se dieron media vuelta estando ya en carretera. De todo modos, pueblos de más de cincuenta kilómetros a la redonda estaban representados por sus párrocos y por las cruces procesionales de sus parroquias, destacando la de Luna, portada por un orgulloso sacristán, que a sus ochenta y un años sigue plenamente activo.

Todas las Cofradías de Luna y de muchos pueblos de alrededor presentaron su ofrenda. Se llegaron a contar más de cincuenta oferentes, que llevaron al altar flores, enseres litúrgicos donados para el santuario y la parroquia, alimentos y material escolar para obras de caridad.

Y, como no, junto a la Virgen de Monlora, presente la medalla de nuestra Real Cofradía, haciendo así palpable el hermanamiento que hay entre ambas Asociaciones de fieles, y que hace que por encima de personas y de distancias esté siempre presente la devoción hacia una misma y única Madre de Dios y Reina de los cielos: La Santísima Virgen María.

La jornada terminó con una comida fraternal servida en el mismo lugar para más de trescientas personas y con un concierto amenizado por la Banda Municipal de Música de Luna.
By.- R,C

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