
No hemos de olvidar que la Semana Santa también y sobre todo la hemos de vivir por dentro. Hemos de participar con todo el corazón y con toda la devoción del alma en las celebraciones litúrgicas, escuchando el mensaje de la Palabra de Dios que se hará imagen plástica ante nuestros ojos.
Pero no olvidemos que el sepulcro no es la última palabra. Si el sepulcro fuera la última palabra, aquellos que se sonreían por su humillación y su muerte se habrían salido con la suya. Pero no. La Semana Santa no es sólo una semana de pasión; sino que es una semana de Pasión y de Gloria, puesto que en el misterio de la Noche Santa de la Pascua, antes que el alba raye y rompa la oscuridad de la noche, Cristo, el Señor, resucitará de entre los muertos.
Y resucitado saldrá glorioso del sepulcro dándonos a conocer su señorío, su triunfo y su victoria sobre el pecado y sobre la muerte.
By.- R,C
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