Un barrio que se vuelca con sus fiestas.

Cuando se acerca el segundo domingo de mayo, vemos un movimiento en las calles del barrio alto de vecinos que engalanan las calles, banderitas, colgaduras, pancartas, macetas en los balcones, movimientos de gente para aquí y para allá, todo es poco para recibir a su Reina, a su Soberana.

Es un movimiento espontaneo que aumenta cada año, un movimiento no auspiciado por nadie, ni por la Junta de gobierno de la Real Cofradía, ni por la Asociación Cultural, es algo que sale del corazón de los barribalteños, de su libre disposición, de su ilusión, porque los días más grandes del año se acercan, teniendo en cuenta también que son ellos, los vecinos, los que corren con los gastos que esto acarrea.

Es algo que nos debe de llenar de orgullo, no solo a los devotos de la Virgen de la Cabeza, sino a todos los ruteños, pues estamos seguros, sin ningún miedo a equivocarnos, que es el movimiento ciudadano espontaneo más importante de cuantos se llevan a cabo, en el año, en Rute.

Esto solo sucede en las Fiestas de la Virgen de la Cabeza, pues en otras fechas en donde vemos las calles engalanadas, tiene que ser la propia cofradía la que lleve a cabo este trabajo, a veces también con la ayuda del Ayuntamiento.

Se vuelve a demostrar otra vez más, que el sentimiento devocional hacia la Santísima Virgen de la Cabeza, en Rute, es un sentimiento distinto, un sentimiento que causa admiración a los que nos visitan, un sentimiento de verdadera devoción a la Madre de Dios.
By.- Z,J y A,A