Resulta cuanto menos curioso la situación que vivíamos años atrás, cuando con la tradicional misa del gallo veíamos la parroquia de San Francisco de Asís totalmente llena de fieles que venían a celebrar el nacimiento del redentor del mundo. Este año nuestra parroquia ha permanecido cerrada para esta solemne celebración.
Y es que es cuanto menos que anecdótico que el templo navegue sin rumbo fijo desde hace un mes. Aunque la situación de desbarajuste ya se viene produciendo desde hace algún tiempo más. Un templo que siempre por estas fechas encontrábamos rebosante de actividad y visitas a su interior este año nos lo encontramos asiduamente cerrado cuando vamos a visitarlo.
Un párroco, cuyas actuaciones en los últimos seis meses debemos entender, bajo mi punto de vista desafortunadas y fuera de contexto para la situación sociocultural real de nuestra población, o tal vez que quizá no haya sabido comprender, está propiciando el paulatino declive no solo de una feligresía desde hace años establecida en el entorno parroquial sino también de la sostenibilidad económica de la misma.
Lo realmente inquietante de la actual situación, es que a pesar de su actual estado, aun sigue ejerciendo sus labores como “párroco de la parroquia” aun sin encontrarse residiendo en la población, por lo cual los problemas no solo no se solucionan sino que se van acumulando mas, es difícil para las cofradías barribalteñas programar sus actividades de los próximos meses sin tener un consiliario en activo.
Otro aspecto a tener muy en cuenta en este caso es la profunda división que se produce dentro de nuestra localidad, porque pese a que desde el obispado reaccionen y tomasen las adecuadas soluciones, el daño ya está hecho y este tardara mucho tiempo en subsanar. Esperemos pues al menos que se tomen las oportunas medidas y que todo el “temporal” que sobrevuela nuestra población pase pronto.
By.- A,A
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