Andújar tiene una infinidad de focos de interés susceptibles de ser utilizados en diferentes propuestas de la ciudad. Destellos que pueden inferirse en la promoción turística, en la introspección histórica y cultural, fundamental para reconocerse y avanzar; en la promoción económica o en la refundamentación urbana, interpretativa y social, entre otras tantas cosas. Y todo va unido. Ejemplo: Si no repensamos la ciudad y su contexto cercano en su totalidad desde una visión distributiva y conjuntiva, parte de un futuro convivencial quedará coartado. Si primero no se diseñan los pilares en los que se quiere sustentar la personalidad distintiva de Andújar, lo que se haga no estará engarzado en un futuro de esperanza. Si hacemos una observación un poco detenida, nos irán saliendo muchas fuentes de valor materiales e inmateriales, y por supuesto humanas.
Y precisamente hace pocos días se nos desvelaba un nuevo faro que pone a la ciudad iliturgitana en el mapa de lugares prodigiosos, y más si se engarza en diversos contextos como luminaria singular. Me refiero al estudio de un grupo de expertos de la Universidad Complutense de Madrid que ha situado topográficamente el punto en el que Don Quijote, el universal personaje cervantino, pasó tres días de penitencia "haciendo cabriolas por su amada y refugiándose en una cueva".
El estudio recoge que ese punto estaba situado a ocho leguas de Almodóvar del Campo y más de treinta leguas del Toboso. El estudio señala que aquel “lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme” con que comienza El Quijote es Villanueva de los Infantes". Y ese territorio de la sierra de Andújar donde el Quijote purgó su espíritu es algo digno de ser fomentado, enmarcado en diferentes cuestiones.
Pensemos que el Quijote es la gran obra universal de las letras españolas, y en todas partes, lo relacionado con él y su autor se pone en un gran valor. Y si además lo colocamos en consonancia con la Caminería Hispanica y todo el contexto de la Sierra de Andújar (a lo que también hace referencia el estudio de la Complutense), o con otros grandes valores históricos de la ciudad, el círculo se agranda.
Incluso en otra obra de Cervantes, su Persiles y Segismunda, el autor hace una magnífica descripción de la Romería que se celebra en el “Cabezo”. El lugar de la penitencia señalan los estudiosos es a orillas del Jándula en su parte oriental, envolviendo un “prado tan verde y vicioso, que daba contento a los ojos que le miraba”. Un lugar apacible colmado de “árboles silvestres y algunas plantas y flores” que escogió “el Caballero de la Triste Figura para hacer su penitencia…”
Una zona de peñas, que se encuentra cerca del sendero de los Cuatro Términos en el Monte Selladores Contadero, y, por donde transcurre la actual Cañada Real de la Plata. Un valor más que deberíamos considerar en un hondo y planificado planteamiento. Es algo básico, si tenemos unos valores, hay que aprovecharlos al máximo
By.- A,A Fuente.- Alfredo Ybarra
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