jueves, 30 de mayo de 2019

El Besamanos de la Virgen de la Cabeza a través del tiempo.

Mañana viernes, día 31 de Mayo se celebrara el Besamanos de la Santísima Virgen de la Cabeza. Esta Fiesta se viene celebrando ininterrumpidamente desde mediados de la década de los años cincuenta del pasado siglo. Se inicio a iniciativa de la entonces Camarera de la Virgen Doña María Pérez Salcedo, que lo comunico a sus colaboradoras y a la Junta de Gobierno de la Real Cofradía. Posteriormente obtuvo el visto bueno del Párroco de San Francisco de Asís D. Francisco Bíoque Moreno.

La fecha elegida para la celebración fue el 31 de Mayo, en atención a la encíclica Ad Coeli Reginam, publicada el 11 de Octubre de 1954 por el Papa Pío XII, acerca de la Realeza de la Madre de Dios, e instituye una Fiesta Litúrgica en honor de la Realeza de María el 31 de Mayo.

En los primeros años de esta Fiesta se organizaban turnos para rezar el Santo Rosario todo el día ante la Santísima Virgen. A finales de esa década, por iniciativa del Párroco D. Francisco Gálvez León, se comenzó a pasar a los niños nacidos durante el año por el manto de la Virgen, buscando así los padres la protección de la Madre de Dios sobre sus hijos. Son ya multitudes de generaciones de ruteños los pasados por el manto de la Señora.

En la etapa anterior al Concilio Vaticano II, el Altar se encontraba pegado al retablo, por lo que la Santísima Virgen se colocaba justo delante de este. Una vez concluido el citado Concilio, y siguiendo las directrices del mismo, la Mesa de Altar se coloco en el centro del Presbiterio, por lo que la Junta de Gobierno tuvo que cambiar la forma de celebrar el Besamanos, llevándose a cabo durante varios años ante el altar de la Inmaculada Concepción, no gustando este lugar ni a la Junta ni a los devotos, pues pensaban que la Virgen debía presidir siempre el Altar Mayor. Para solucionar este problema se adopto el modo de escalinata, donde se representan dos planos, el celestial donde está la Santísima Virgen, y el terrenal donde se encuentran sus devotos, descendiendo ese día la Madre de Dios desde el plano celestial por la escalinata al plano terrenal.

En los primeros años de la década de los sesenta del pasado siglo, se estreno un trono-sillón y una galería ambos en madera noble tallados a mano y sobredorados, obra del imaginero granadino González Mesa.

También se estreno un dosel en tela de damasco rojo, tanto el dosel como el trono-sillón y la galería se compraron para ser usados en el Besamanos.

Desde su inicio, las señoras y señoritas que acompañan a la Virgen para limpiarle la mano, visten con vestido negro y mantilla negra, dando así un toque de elegancia a este acto de culto. Es ya más de medio siglo el tiempo en que se lleva celebrando este acto de devoción y respeto que consiste en besar la Sagrada Mano de la que es Madre, Reina y Señora Coronada de Rute.
By.- Z,J Recopilación artículos Al sonar de una campanilla 2009.

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