Si de perseverancia en la devoción a la Morenita se habla, podemos hablar de Cristóbal Ramírez, "Marchena", siempre al lado de su Virgen, su destornillador y sus alicates, eran su símbolo de amor a su Morenita, no había nada que él no supiera arreglar, que no pudieran sus cinco sentidos en hacerlo bien.
Su sonrisa, su buen humor, su servicialidad, eran su seña de identidad, trabajador incansable, puntual como nadie, sin prisas cuando se refería a la Virgen.
Como a todos, a Marchena, le ha llegado su hora de entregar su alma al Padre, y de encontrarse cara a cara con la Virgen. Marchena, cuéntale tus anécdotas en Andújar, los miles de empalmes de cables que hiciste para los altares, cuando decías que eras el de los giros, cuando pedías por las casas para las fiestas, el montón de décimos de lotería que vendías....los que te conocimos y trabajamos a tu lado, nunca podremos olvidarte, ahora nos queda la tristeza de tu ausencia..Adiós Marchena, ahora disfruta con tu Morenita en el cielo.
By.- El equipo de redacción.
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