Que ganas había!

 

Se intuía desde la primera Aurora de Nuestra Señora de la Cabeza, el sábado gloria, una semana antes de la Romería de Andújar, con asistencia masiva esa noche por parte de fieles y devotos.

Había ganas, y Rute se volcaba de nuevo en la afluencia de romeros en el cerro durante los días 23 y 24 de abril para acompañar a la Señora durante sus días grandes, allí de donde nos viene la tradición, donde la Virgen eligió para aparecerse a un humilde pastor, donde nuestros antepasados se quedaron prendados como en la soledad de un risco de la Sierra, la pequeña imagen de la Virgen aglutinaba gentes venidas de diferentes puntos de la geografía para venerarla.

Había ganas, esa ofrenda floral del sábado que se prolongaría hasta las 11 de la noche nos lo demostraba, esa inquebrantable devoción que durante siglos aglutina a todos tus hijos ruteños y que con un pequeño ramo de flores en las manos ofrendaban a tus plantas.

Había ganas, esa mañana del domingo cuando comenzaba la romería urbana, con el llano hasta la bandera de devotos esperando verla asomar por el dintel de las puertas de San Francisco de Asís y luego acompañarla durante su recorrido, las 4 de la tarde dieron y aún estaba la Virgen en la plaza que lleva su nombre. Y durante la noche acompañando a la Virgen todo el recorrido, barrioalto y barriobajo, Rute solo uno.
By.-A,A