Dábamos inicio al mes de Agosto, con la fiesta litúrgica de San Alfonso María de Ligorio, uno de los grandes Santos y Doctores de la Iglesia que más se han destacado por su amor a la Madre de Dios, autor del célebre libro titulado “Las Glorias de María “. De esta memorable obra mariana, entresacamos las siguientes líneas que nos han de servir para enmarcar el presente artículo con motivo de la celebración de la “Fiesta de la Aparición de Nuestra Señora de la Cabeza” y de la Solemnidad de la ASUNCIÓN GLORIOSA de María Santísima en cuerpo y alma a los cielos:
“ Si todos los hombres amasen a esta Señora tan benigna y amable en las tentaciones acudiesen siempre y pronto a su socorro, ¿Quién jamás se perdería? Cae y se pierde el que no acude a María. Aplicando San Lorenzo Justiniano a María aquellas palabras:”Me pasee sobre las olas del mar” (Ecclo 24,5), le hace decir: Yo camino siempre con mis siervos en medio de las tempestades en que se encuentran para asistirlos y librarlos de hundirse en el pecado…”
Contemplando la devota imagen de Nuestra Celestial Morenita en estas fechas del mes estival por excelencia, apreciamos en los colores elegidos para su ornamentación todo lo que ambas celebraciones agosteñas quieren ser para sus hijos, cofrades y devotos. El color blanco de su saya, manifiesta la condición “gloriosa” que posee María Santísima al haber sido elevada “en cuerpo y alma al empíreo celestial “, al tiempo que es una invitación para que quienes la amamos, sepamos “revestirnos” de Ella para que podamos formar parte del grupo que como indica el autor del Libro del Apocalipsis, están con “vestiduras blancas y siguen al Cordero Divino” (Ap. 7,9).
Del mismo modo, el color rojo regio de su manto, refleja la impronta de la Sangre del Redentor por la que como dice el Apóstol San Pablo, “hemos sido redimidos” (Ef. 1,7); siendo María Santísima la “primera redimida” en el primer instante de su ser santísimo natural, como reza la fórmula definitoria del dogma de su INMACULADA CONCEPCIÓN.
Se completa esta presentación iconográfica con los atributos que procedentes de la descripción que hace el “vidente de Patmos” en el libro del Apocalipsis (11,19) “ vestida del sol, la luna por pedestal y coronada de estrellas”; son reflejados por la argéntea orfebrería que el amor de sus devotos ha creado para el ornato de nuestra celestial Capitana.
La “Noche de la Aparición”, en la que nuevamente y en peregrinación acuden las Cofradías filiales al Santuario-Basílica del Cerro del Cabezo; supone un “ponerse en camino” a imitación de la Santísima Virgen en su vida terrena, la cual culmina con el misterio sublime de su ASUNCIÓN GLORIOSA a los cielos para convertirse en Aquella que como nos dice el Concilio Vaticano II “con su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna…” (Lumen gentium 62).
Nuestros hermanos cristianos orientales, llaman con toda precisión la “Pascua de María” a esta fiesta o solemnidad del 15 de Agosto. De uno de sus principales representantes, San Germán de Constantinopla, entresacamos una de sus homilías en esta festividad, con la que concluiremos el presente artículo: “Tú, según está escrito, te muestras con belleza; y tu cuerpo virginal es todo santo, todo casto, todo el morada de Dios…”.
By.- Equipo de Redacción.
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