lunes, 25 de septiembre de 2023

El patrimonio histórico artístico que atesora la Iglesia de la Virgen de la Cabeza de Rute.



Hacemos hoy en este artículo un pequeño  compendio del patrimonio histórico artístico que atesora la parroquia de San Francisco de Asís, señal de la fe y devoción del pueblo de Rute hacia Nuestra Señora de la Cabeza que ha perdurado a través de los siglos hasta llegar a nosotros.

Y es que partiendo de la primitiva Ermita de la Virgen de la Cabeza de cuya existencia ahí constancia documental desde el año 1584, y que fue erigida por su cofradía, devotos y fieles, cuando Rute comenzaba a expandir su término municipal por la zona alta de la villa adyacente a los pies de la sierra a la cual da nombre.

Hemos de situarnos más de 140 años después para tener constancia de nuevas reformas y obras que sufriría la Iglesia de la Virgen de la Cabeza su primitiva Ermita, las cuales involucraron a grandes maestros de la época, en diversas materias y estilos en su desarrollo.

Por lejanía en el tiempo nos centramos en primer lugar en el retablo de la Virgen de la Cabeza, datado en 1725 y que fue encargo del hermano mayor de aquellos años D. Bartolomé Tejero, obra del maestro escultor y retablista antequerano D. Antonio de Ribera, trabajo que realizo por 9.800 reales y que vendría a enriquecer la pequeña y primitiva Iglesia de la Señora ruteña. Dicho retablo dadas las pequeñas dimensiones de la antigua Ermita se situaría en un lugar más cercano a la puerta principal de acceso a la Iglesia. Al ser agrandado el templo con la llegada de la comunidad de recoletos franciscanos que tomaba posesión de las dependencias en noviembre del año 1736, y tras las obras que se desarrollaron para acondicionar y acomodar a los frailes, así como la ampliación que tuvo lugar en el templo se le incorporarían a la obra inicial del retablista las figuras franciscanas de San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán datadas a finales del siglo XVI, el retablo pasaría a ocupar el lugar que hoy en día podemos ver.

 Durante aquel periodo la Real cofradía de la Virgen de la Cabeza siguió presentando cuentas y balances al ordinario del lugar sin llegar a estar bajo supervisión las mismas de los franciscanos, que regían en esos momentos la sede canónica de la hermandad.

Dentro de la dinámica de reformas en la Iglesia y ampliaciones conventuales emprendidas por los padres franciscanos y por la Real cofradía con su hermano mayor al frente, nos situamos en el año 1752. En marzo de ese año Bartolomé Tejero compra unas casas colindantes a la Ermita de la Virgen para con posterioridad ejecutar las obras del camarín, encontrándose enfermo en el año 1756, establece que en caso de su fallecimiento se entregue de su propio caudal a D. Lorenzo Díaz 2000 reales de vellón para que los distribuya en los diversos gastos de las obras ya iniciadas del camarín de la Virgen.

En 1762 se firma contrato para la conclusión de las obras del camarín, 1500 reales de vellón fueron pagados a D. Cecilio Antonio Franco y Roldán autor de la realización de la obra, que sería inaugurada en las fiestas de mayo de 1763.

Se ha de reseñar que el camarín de la Virgen de la Cabeza, es un magnifico exponente del barroco tardío andaluz, siendo una auténtica joya arquitectónica digna de admirar, y a la altura para dar cobijo a la Madre de Nuestro Señor Jesucristo.


Todo un rico patrimonio histórico artístico el que guarda nuestro templo ruteño. Con el tiempo irán aflorando sin duda más noticias relacionadas con el mismo, que vendrán a enriquecernos aún más sobre el conocimiento y la historia del mismo.
By.- A,A

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