martes, 5 de mayo de 2015

El segundo día de Novena.

El pasado día 1 de mayo tenía lugar el segundo día de novena a Nuestra Señora de la Cabeza, sería el grupo de la carreta de romeros de Rute quien leería la monición de entrada así como la oración de los fieles. Precioso texto sin duda el leído por D. Manuel Caballero y D. Juan Manuel Arcos respectivamente, que reproducimos a continuación.

MONICIÓN INTRODUCTORIA

Cuentan que una vez, en el siglo XIII, un ruteño emprendió un  viaje a Roma a visitar los sepulcros de san Pedro y san Pablo. Como a Roma se va por todos los caminos, este romero emprendió el viaje caminando contento por las veredas de sierra Morena, pues algo le decía en su interior que allí estaba ocurriendo algo especial.

Mientras iba de camino, se encontró con que un pastorcillo bajaba corriendo, asustado, y tocándose sin cesar el brazo derecho, diciendo… “tengo brazo… Juan, que tienes brazo…”; y   le preguntó: “¿Dónde vas tan deprisa, que te vas a despeñar por estos cerros?”. Aquel pastorcillo, le dijo: “si con el susto que llevo encima con lo que me ha pasado esta noche no me he despeñado… ¡No me despeño en la vida!”.

El ruteño se sorprendió, pero siguió su camino, puesto que, como él decía, estaba de romería, y tenía que llegar hasta Roma. Como las piernas no le respondían ya casi, se sentó a descansar, y un grupo de personas que pasaban, montados en una carreta, le ofrecieron su hospitalidad para pasar la noche y cenar con ellos, animándole a que hiciera una jornada de camino en la carreta, puesto que así estaría más descansado, y tendría más fuerzas.

El romero dijo, “sí”, aunque no acababa de tenerlo muy claro, pensando… “si tengo que llegar hasta Roma, a lo mejor si subo en carreta no lo estoy haciendo bien”; pero la hospitalidad de aquella buena gente lo acabó de convencer.

De pronto, vieron que en la cumbre de  un cabezo había una luz resplandeciente; y que sonaba una campanilla… Y pensó el romero ruteño: “a lo mejor eso es lo que le ha dado tanto susto a ese pobre pastorcillo”, y la curiosidad le movió a ver que era lo que   pasaba. Y de pronto… Se quedó pasmado. “¿Qué es eso?” –se preguntaba-; “Si parece que es la Virgen María, pero su cara es tan morena que parece la piel de una jornalera que haya estado cogiendo aceitunas”….

Y en medio de aquel asombro, la Virgen le habló: “Quédate conmigo, ruteño, qué has llegado a tu meta”. El ruteño se quedó sorprendido, y se rascaba la cabeza y se frotaba los ojos nervioso. La Virgen le dijo de nuevo: “Quédate aquí, que quien te ha llamado a que hagas guardia en este lugar hasta que llegue la gente de Andújar, he sido yo”.

El romero le dijo: “Pero Señora, si voy de Romería a Roma, a ver a San Pedro y a San Pablo, y si me quedo aquí contigo, ni iré de romería ni haré nada”. Y la Virgen, viendo su buena fe, le sonrió y le dijo: “ Tu Romería, hijo mío, llega hasta aquí. San Pedro y san Pablo pueden esperar…. PERO YO NO”.


Hermanos… Como aquel romero ruteño, hoy los miembros de la Carreta venimos hasta el altar del Señor con nuestra vida, nuestras ilusiones, nuestras esperanzas y alegrías a honrar a la Santísima Virgen de la Cabeza, Madre de Dios y Madre nuestra, que desde su Santuario bendito extiende su mano protectora sobre todos los romeros que saben que por encima de Ella sólo está Dios.

En esta noche de novena queremos celebrar junto a todos los devotos de María Santísima lo más grande que tenemos los cristianos, que es la Santa Eucaristía; y como hijos y romeros devotos, ponemos nuestra amistad y fraternidad romera en sus manos, suplicando interceda por nosotros ante su Divino Hijo, el Chocolatín bendito que lleva en sus manos, para que nos alcance de Él todas las gracias y bendiciones que necesitamos; suplicándole que nuestra vida entera sea una Romería hasta su Santuario del cielo, donde Ella nos espera y desde nos bendice, y que no tiene comparación con ningún santuario de Roma, de Jerusalén, ni del mundo entero.


ORACIÓN DE LOS FIELES

Oremos, hermanos, por intercesión de la Santísima Virgen María, Reina de Sierra Morena, a Dios nuestro Padre, que en su Hijo Jesucristo se nos ha manifestado como maestro y redentor.

1.Por todos los miembros de la Iglesia; para que siguiendo a Cristo y escuchando su voz, proclamemos ante el mundo, como hizo la Santísima Virgen María, su verdad. Roguemos al Señor.

2.Por las vocaciones sacerdotales; para que la intercesión de la Santísima Virgen María nos alcance buenos y santos sacerdotes que no busquen sus intereses personales, sino la gloria de Dios y el bien espiritual de los fieles. Roguemos al Señor.

3.Por los que gobiernan las naciones del mundo entero; para que en toda decisión sean iluminados y guiados por el Espíritu de Dios, y la protección de la Virgen María. Roguemos al Señor.

4.Por todos los que ignoran a Cristo; para que por la gracia del Espíritu Santo, y la ayuda maternal de la Santísima Virgen, lleguen a experimentar que Jesús es su Salvador. Roguemos al Señor.

5.Por todos nosotros; para que la celebración de la Eucaristía afiance nuestra fe en Jesucristo, la auténtica devoción a la Santísima Virgen María, y nuestro compromiso con el Evangelio. Roguemos al Señor.

Señor Dios, Padre bueno y todopoderoso, escucha las oraciones de tu Iglesia y haz que, acercándonos a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, no dejemos nunca de creer en Ti viviendo con firmeza nuestra fe, para así hacernos dignos de habitar en las estancias que tu Hijo nos tiene preparadas en tu casa. Por Jesucristo nuestro Señor.
By.- A,A Fuente.- Textos leidos en Novena por el grupo de la carreta de romeros de Rute

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