Después de esa intima conversación entre la Santísima Virgen y Juan Alonso de Rivas, sanado su brazo, el cual tenia inutilizado desde hace hacia muchísimo tiempo.
El pastor cumpliría la misión encomendada por la Virgen, emprendería de nuevo el regreso a la ciudad de Andújar para dar la noticia de la aparición de la Sagrada imagen.
Cuantos y cuantos pensamientos a lo largo del camino pasarían por la cabeza del pobre pastor?, pero al ver su brazo sanado por intercesión Divina de nuestra Sagrada Madre, alargaba sus pasos para hacer llegar el milagroso hecho que tuvo lugar a lo largo de esa noche.
Llegado Andújar por un lugar y otro pregonaba lo que había acontecido en esa noche, tal era su insistencia y mostrando su tullido brazo, lisiado hasta aquella misma noche las autoridades acompañadas de más vecinos del pueblo subirían al lugar para ver a la Santísima Virgen, en el lugar hasta donde Juan les había llevado.
Decididos recogieron la Sagrada imagen para llevarla hasta un Templo en la ciudad de Andújar, ante la advertencia hecha por el pastor de que María Santísima le había manifestado, que quería en el lugar de su aparición, un Templo para que todos sus hijos fuesen a visitarla.
A lo largo de décadas la Sagrada Imagen desaparecería en varias ocasiones del Templo donde los andujareños la habían depositado una vez bajada del cerro, volviendo a aparecer siempre en el mismo lugar donde Juan la encontrase. Finalmente entendieron y acataron lo dicho por el Pastor, y se decidiría construirle ala Virgen un Templo para su veneración en el lugar que hoy día todos conocemos.
By.-A,A
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