Tiempos de reconquista.
En pleno siglo XIII, en el año 1212 tras la batalla de las Navas de Tolosa nos encontramos en el auge de la reconquista de los territorios de Al-Andalus por las tropas cristianas que están haciendo retroceder hacia las fronteras del reino de Granada a las huestes árabes, batalla tras batalla.
Desconocemos como llego la primitiva imagen de la Santísima Virgen María que a posteriori será conocida como
“De la Cabeza” a tierras de Andújar, puesto que documentalmente hablando se empiezan a conocer datos registrados a partir del siglo XIII.
Dos interpretaciones distintas nos vienen a hablar del como la Virgen al final seria establecida en el Templo y lugar que hoy día ocupa.
La tradición oral mas trasmitida en Andújar, nos habla de que la antigua imagen de la Virgen era venerada en la ciudad antes de la invasión árabe de la península ibérica, ya que según la leyenda la imagen fue traída a la ciudad por
San Eufrasio, la misma habría sido esculpida por las manos de
San Lucas.
Ante el avance de los ejércitos musulmanes y en previsión de que pudiera ser dañada bien por acciones propias de la guerra o bien por la más que probable destrucción de símbolos religiosos diferentes del Islam, la imagen de la Señora fue sacada de la ciudad siendo llevada a los cercanos y escarpados montes de Sierra Morena donde es ocultada.
La segunda hipótesis, nos viene del hecho también probable, de que la singular imagen de reducidas dimensiones, bien pudiera tratarse de una talla que iba viajando junto con las tropas cristianas en aquellos turbulentos tiempos sirviendo para veneración durante las misas de campaña. Suponemos que la primitiva imagen era de apenas 35 cms, siendo de las denominadas
“Arzoneras”. Ante la circunstancia hipotética que ante un repliegue causado por alguna derrota ante el enemigo árabe, en tierras cercanas huyendo y disperso el ejército cristiano a través de la agreste sierra, fuese escondida entre las peñas.
La Aparición.
Años, décadas o siglos, desconocemos cuanto tiempo permaneció la Sagrada Imagen desaparecida, oculta en la agreste sierra en la seguridad de encontrarse en un lugar alejado del tránsito habitual de las gentes de la época.
Existen diferentes fechas según los autores, que barajan fechas entre los años 1227 y 1232 para el milagroso hecho de la aparición, todo ello en base a que la misma tendría lugar ocho años después de la toma de la ciudad de Andújar por parte del Rey
Fernando III a los árabes.
Unos sitúan dicha fecha en 1220 y otras versiones apuntan al año 1225, siendo esta última la que parece contar con datos más que fehacientes para ser la históricamente verdadera, estando además avalada por diferentes narradores e historiadores.
Sin embargo, desconociendo porque tal decisión, se da por valido tradicionalmente el año de 1227, cuando la Imagen de la Virgen reaparece de nuevo, tras una serie de prodigios manifestados a un pastor que se encontraba en la zona apacentando ganado, guiaron a este hacia la cumbre, y en la oquedad entre dos peñas situadas en lo alto del cerro, bajo la maleza era hallada la Virgen.
El pastor cuyo nombre y procedencia serian desconocidos hasta el siglo XVIII cuando
Pérez Guzmán le cita sin aportar tampoco dato alguno de como llego a la conclusión de su identidad y lugar de nacimiento.
Juan Alonso de Rivas natural de Colomera, bajaría a la ciudad de
Anduxar para comunicar su hallazgo tanto a las autoridades civiles como las eclesiales, escépticas al principio ante la narración que el pastor repetía una y otra vez, pero ante el hecho de que Juan desde hacía años se encontrase tullido de un brazo y este manifestase que había sanado por intercesión de la Santísima Virgen, accedieron a subir a la Sierra para comprobar su relato.
La Imagen de la Virgen aparecida en el cerro de la Cabeza, fue llevada a la ciudad y depositada en la Iglesia de Santa María, cuentan las leyendas que desaparecería en varias ocasiones de la ciudad volviendo a ser hallada en el lugar donde fue encontrada por el pastor en la serranía, entendiendo que la Virgen deseaba que se le construyese allí un templo para su veneración y realización de prodigiosos milagros que a lo largo de las centurias tendrían lugar.
La versión más conocida transmitida oralmente sin duda de cómo se produjeron aquellos extraordinarios hechos es la que se ha expuesto con anterioridad.
Sin embargo es más que probable de que el
“hallazgo” de la Virgen tuviese otros matices. Muchos historiadores del fenómeno mariano en España tras la reconquista cristiana vienen señalando una serie de pautas que se frecuentan en diversos lugares de nuestro País.
Ángel Aroca Lara, aporta un interesantísimo documento donde hace un estudio sobre las apariciones marianas que tuvieron lugar en la España de aquella época. Extraemos a nuestro juicio los detalles más importantes de dicha valoración.
El número de imágenes de la Virgen, supuestamente aparecidas en los reinos de España entre los siglos IX y XV, es realmente extraordinario.
El
padre Villafañe refiere un centenar de casos. Los protagonistas de tales prodigios fueron, por lo común, gentes sencillas que se hallaban trabajando la tierra en lugares apartados o cuidando el ganado entre la espesura de los montes.
De aquí que dicho periodo sea conocido por los historiadores del culto mariano en nuestro país como el ciclo de los pastores.
Las circunstancias que rodean el hallazgo de todas estas imágenes suelen ser las mismas o muy parecidas: paraje agreste y poco frecuentado, coros angélicos, luces sobrenaturales, muestras de adoración y respeto por parte de seres irracionales, dudas y vacilaciones del pastor elegido, escepticismo del pueblo en un primer momento, y dos o tres intentos de trasladar la imagen a lugar poblado, que se verán frustrados por otras tantas misteriosas transmigraciones de ésta al sitio de su invención.
Generalmente la historia concluye con la erección del santuario en el lugar de la aparición, los reiterados milagros y el rápido arraigo del fervor hacia la nueva advocación mariana en las gentes de la comarca.
Basta relacionar las coordenadas espacio-temporales de tales apariciones para advertir que éstas se extienden, desde Covadonga al Mulhacén, en paralelo con el avance de la Reconquista.
Pese a ser muchas las imágenes de la Virgen supuestamente traídas por
San Fernando, es obvio que éstas habrían de ser insuficientes para restaurar su culto en
"la tierra de María Santísima". De aquí que las apariciones no cesaran en Andalucía hasta la culminación de la Reconquista.
Todos aquellos lugares a los que no alcanzó el reparto de las imágenes fernandinas se vieron rápidamente favorecidos por el milagroso hallazgo. Fue el caso de
Andújar, Bailén y Quesada, entre otras de las ciudades ganadas por el rey santo.
El ciclo de los pastores se inicio en Andalucía mediado el siglo XIII y se prolongara por más de doscientos años.
Vemos pues como la historia real se conjuga con la leyenda creada en el entorno, debemos ser nosotros quienes desde nuestro interior y creencia decidimos de qué manera queremos ver la forma en que el Todopoderoso Dios decidió dejarnos la Sagrada Imagen de la Virgen de la Cabeza.
By.-A,A Fuente.- doc Angel Aroca Lara