“Quien quiera
bendiciones, paz y alegría, rezar debe el Rosario todos los días”
“Las cuentas del
Rosario
son escaleras
para subir al cielo
las almas buenas”
Muchas y grandes son las afirmaciones que sobre el rezo del
Santo Rosario se han hecho en los últimos siglos. San Juan Bosco decía que era
“la bancarrota del Diablo”; y el Papa Pío XI afirmó claramente que “el Rosario
salvará al mundo”.
A lo mejor para muchos el Rosario puede ser algo aburrido,
repetitivo, sin sustancia… Sin embargo, la historia, que es el mejor juez que
tenemos en este mundo caduco, nos demuestra como el Rosario nunca cae en saco
roto. Es cierto que la Virgen todo lo puede ante Dios, pero no es tampoco menos
cierto que el Rosario todo lo puede ante la Virgen.
La beata Teresa de Calcuta decía que hacía mucho más por la
paz del mundo un Rosario que largas horas de deliberaciones en las Naciones
Unidas…. ¡Qué grande es este rezo!
Pero es que el Rosario nos demuestra que, para alcanzar
favores de Dios por medio de María, que es camino seguro para llegar a Él, no
hace falta complicarse mucho la vida.
Un padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria componen cada
misterio. Y cinco misterios una parte del Rosario, que es lo que venimos a
rezar a diario.
Y el Rosario es meditar la vida de Cristo en compañía de
María. Meternos de lleno en el Evangelio, y contemplarlo de un modo sencillo
dejándonos llevar de la mano de la misma Madre de Dios.
Yo recomiendo que no dejemos nunca el rezo del Rosario.
Estamos en octubre, mes del Santo Rosario. ¡Qué buen momento para recuperar, si
la hemos perdido, esta devoción!¡La devoción mariana por excelencia!, porque…
¡EL ROSARIO ES LA ORACIÓN FAVORITA DE LA VIRGEN!
Si de verdad decimos que queremos a la Virgen de la Cabeza,
tenemos que ser capaces de rezar el Rosario. Nos costará un poco al principio,
nos podrá parecer tedioso y aburrido… pero, como dice una copla:
“Quien quiera
bendiciones,
paz y alegría,
rezar debe el Rosario
todos los días”
Y no tengamos miedo de hacerle propaganda. Todo serán
beneficios si rezamos el Rosario. Beneficios para la humanidad, beneficios para
las almas del Purgatorio, beneficios para nosotros mismos. Y sobre todo, la
sonrisa dibujada en el rostro de nuestra
Santísima Madre, la Virgen María, quien acogerá bondadosa nuestra súplica y la
presentará ante su Hijo Jesús.
Pero no seamos tampoco supersticiosos: El rosario se puede
llevar al cuello; pero no es un mero adorno como hace la juventud hoy día. No
es un amuleto, sino un objeto que nos sirve como guía, como ayuda para rezar.
No le demos atribuciones mágicas al rosario, sino demos devoción a su rezo. Y
eso si, Dios sabe que es lo que de verdad nos hace falta. Que pidamos una cosa
en el Rosario, no quiere decir que Dios nos la tenga que conceder a la de ya.
Nuestro Dios no es un tapagujeros, ni la Virgen un zapatero remendón. El
Rosario es el mejor modo para alcanzar favores de Dios, pero Dios sabe
realmente que es lo que nos hace falta y que es lo que obedece a su voluntad.
Recemos, pues el Rosario. Recuperemos su rezo, que podemos
hacer tanto en particular, en familia (que bonito), en grupo, paseando por la
calle, sigilosamente, en la iglesia, ante la bendita imagen de nuestra Madre…..
Que María Santísima nos ayude a recuperar esta devoción, y a
saborearla; paladeando con ella ya un anuncio del cielo y de la Redención
haciendo feliz a la Virgen Madre de Dios.
By.- R,C
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