Mediaba el siglo XVI, cuando unos caleros y yeseros, provenientes de las tierras de Jaén, llegaron a Rute, con ellos trajeron el noble oficio de extraer la cal de la piedra, para así, blanquear las humildes fachadas del Rute de aquella época, y el yeso, para construir las moradas de los ruteños, pero además, trajeron a esta tierra cordobesa, la devoción hacia la Virgen de la Cabeza, aparecida, varios siglos antes, en los riscos de Sierra Morena, al pastor manco de Colomera.
La devoción hacia la Virgen echo raíces sobre las faldas del cerro del hacho y las cruces, donde se asienta Rute, y así, en 1584, ya existía una pequeña ermita para dar culto a la Virgen Morenita, con 6 columnas de mármol de Cabra, y una espadaña, con una campana, que repicaba en las fiestas solemnes.
Queda constancia, de que ya en 1601, se celebraban las fiestas en honor de la Virgen de la Cabeza, entorno al Segundo Domingo de Mayo, junto con una feria real de ganado, al final de la cosecha de la aceituna, y previa a la del cereal, por entonces, muy abundante en estas tierras.
En 1644, se redactan los primeros estatutos conocidos, así como la cofradía se afana, en ir dando cada vez un lugar mejor para dar culto a su Titular, acometiendo diversas ampliaciones de la primitiva ermita.
Para ello encarga el retablo del Altar Mayor, al artista antequerano
Antonio de Rivera en 1725, y el camarín de la Virgen, a
Cecilio Antonio Franco y Roldan en 1763, y a este mismo, las yeserías de la cúpula del Altar Mayor de la ermita, todo ello, con símbolos marianos, los misterios del Rosario, y las 4 mujeres fuertes de la Biblia.
Durante algo más de un siglo, la ermita acogió a la Venerable Orden Tercera, que había tenido que abandonar su cenobio, extramuros de Rute, por el estado de ruina del mismo.
Una vez producida la exclaustración de los hijos del Seráfico de Asís, en 1837, debido a la ley de
Mendizábal, la ermita y un pequeño huerto anejo, fue devuelto a la Cofradía en el año 1852, por el acuerdo entre el Gobierno y la Iglesia, de devolver a esta, lo bienes no enajenados.
Desde ese año, la Cofradía devuelve el culto al templo, costeando un capellán, y redactando unos nuevos Estatutos en 1859, cuyo punto primero es la devolución del culto Divino a un templo, cerrado años antes, por la incompetencia y la avaricia de unos políticos nefastos.
Dichos Estatutos, fueron aprobados, por el entonces Obispo de Córdoba,
Juan Alfonso de Alburquerque y Berión.Posteriormente, en abril de 1860,
la Reina Isabel II de Borbón, ratifica la aprobación de los Estatutos, con la anuencia del Ministro de Gracia y Justicia,
Santiago Fernández Negrete.
En el archivo de la hermandad, se custodia la Real Cedula de aprobación, con el sello real y la firma autógrafa, de la Reina de España, siendo este, un documento de incalculable valor.
El 1 de noviembre, de 1859, el Obispo de Córdoba, manda hacer rogativas en todas las parroquias, con motivo de la guerra en Marruecos, así como procesiones de rogativa con la imagen de mayor devoción de cada localidad, saliendo en Rute, el 18 de diciembre de ese año, la Virgen de la Cabeza.
El 10 de mayo de 1953, la Virgen, sobre un trono de Flores, recibe la imposición de una nueva corona, impuesta por el Canónigo
D. José Torres Molina, y ya, el 9 de mayo de 1986, la Virgen fue coronada Canónicamente por el Obispo
D. José Antonio Infantes Florido.
La devoción a la Virgen de la Cabeza, ha dejado una impronta indeleble en el acervo devocional y cultural de Rute, con la edición de 3 libros sobre su historia, 4 ediciones discográficas con música dedicada a Ella, así como palabras hondamente arraigadas en Rute, como hermanos de Andújar, hermanos de varal, mesa de regalos, Reina de Rute, Capitana...que forman parte del vocabulario ruteño.
Es la cuarta cofradía en antigüedad de las que peregrinan a la Romería de la Virgen de la Cabeza en la Sierra de Andújar, y la más antigua, de fuera de la Diócesis de Jaén.
Sus fiestas están declaradas de Interés Turístico de Andalucía, y su Cofradía tiene el carácter Sacramental.
By.-Z,J