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Por un lado creo que debemos diferenciar lo que es la tradición en la cual nos basamos en vestir de nuevo, desde el año 2005 a la Virgen de Pastora, con el cambio en sí. De tal forma que si nos ceñimos al hecho de que la Virgen actualmente lo que se viste es de Viajera, hacemos flaco favor a nuestra historia, y presentaríamos desconocimiento si decimos que antiguamente se vistió de esta forma. No lo creo, por lo que este cambio de la forma de vestir tal y como lo conocemos hoy data de 2005. En estos años la Cofradía, con David Ruiz como presidente y Yoya (actual presidenta) como camarera, iniciaron las gestiones para elaborar un traje de “pastora” tomando como referencia el de muchas imágenes de Andalucía, como la Virgen del Rocío, la de Cuatrovitas, o incluso el modelo más cercano al antiguo modelo de las viajeras, la Divina Peregrina de Sahagún. El terno de viajera responde a la forma en la que las damas nobles vestían en época barroca cuando se disponían a realizar algún trayecto, y hay que diferenciarlo de la vestimenta de pastora con la que se representa la iconografía de la “Divina Pastora”, de carácter en principio más sencillo y humilde. Es por lo que hablamos desde un principio de que el traje de Viajera ya nace como un traje rico, de la alta nobleza. Aunque los dos, tengan en común usar el sombrero (no así en la Peregrina de Sahagún que sigue portando Corona)
Continuando con el relato, es en la Junta 2004-2008 y según tengo entendido cuando gracias a las gestiones de esa Junta, Quisco Ramírez entre ellos, solicitan a la Real Archicofradía de la Virgen de Araceli de Lucena los patrones de esta vestimenta para adaptarlos a nuestra Virgen Morenita que gustosamente prestaron. Creo que es de justicia hacer mención al gran acierto y cuidada elaboración de este proceso puesto que el resultado que tanto gustó es a partir del cual se han seguido elaborando el resto de trajes y por lo que parece que nuestra imagen, que nunca antes vistió estas prendas, se realce tanto su belleza por el mimo y la medida que se tuvo de hacerlas a la máxima perfección posible. De ahí que se haya convertido en una bonita tradición del último fin de semana de Abril.
Por el contrario, sí podemos decir que la tradición de conocer que nuestra Virgen Morenita no sólo ha vestido de Reina, sino de Pastora en otras ocasiones, está relacionada con las tradicionales Jornaditas de Navidad, que gratamente se han recuperado en la Parroquia con otras imágenes, y el montaje del Belén, y es aquí donde donde la falta de datos escritos se suple con datos gráficos, como la foto del Belén de la década de 1930 en la que la Virgen aparece vestida de forma ecléctica, pero se desproveía de rostrillo y toca, dejando su pelo suelto. Sobre todo, también hay que destacar la existencia en el ajuar más antiguo de algunas prendas como el sombrero del San José antiguo de la Parroquia, para vestirlo en el Belén, una falda de tonos verdosos plisada, que nunca en época reciente ha salido a la luz, algunos ramilletes de flores, banda de hermano del Niño o un zapatito verde del Niño con bordaditos en canutillo… Todos estos datos, apuntan a que en algunas épocas de su historia, la virgen adquiría otras iconografías más cercanas al genial cuadro de la Divina Pastora que tras Ella encontramos en el camarín.
Algo sobre lo que aún queda mucho por investigar, y lo lanzo aquí porque creo que poca gente conoce, es la existencia de parte de lo que parece un hábito, de una tela bastante rica para su época, ya que se trata de un tisú plateado en un tono azulado, que también consta de varias partes, y que probablemente perteneció bien a la Virgen, o bien a San José para vestirlo con el traje azul franciscano (algo que se hizo común en esta Orden tras el descubrimiento de América). Levanta igualmente la duda de todo lo mucho que nos queda aún por saber de la Historia con mayúsculas que es todo lo que circunda a nuestra gran devoción.
Miguel Ángel, ¿Cuáles son las peculiaridades de los trajes de viajera o pastora de la Virgen de la Cabeza?
Los trajes de viajera, como su propio nombre indica, es realmente el nombre con el que se debería llamar a este tipo de vestimenta mariana. Estos trajes siempre constan de un vestido cuya falda está hecha mediante pliegues o cañones y su corpiño del mismo tejido, una capa con dos faldones simétricos y un capillo. El traje además se complementa con el uso del sombrero de paja, cuya ala inferior está enriquecida (bien con encaje bien con una tela más delicada) un cuello de encaje y el báculo o cayado. En el caso del niño, el traje sí se acerca más al del Divino Pastorcillo, constando de una camisa, chalequillo y pantalón de tirantes, con sus botitas de terciopelo. Normalmente también se le aporta algún broche para complementar. En el caso de la Virgen de la Cabeza de Rute, actualmente en su ajuar cuenta con tres trajes de viajera o peregrina. El primero que se estrenó es el de capa verde con fleco de oro y vestido de brocado de sedas rojo, para mi gusto, de una hechura exquisita y cuyo vestido después he combinado con el manto azul de estrellas porque me resultaba necesario que se luciera en otras ocasiones. En segundo lugar se estrenó el que fue regalo de los hermanos mayores Juan De Dios y Mari Carmen, en bordado de sobrepuestos sobre terciopelo rojo creo recordar realizado por Bordados Perales y un vestido en tela blanca con hilo dorado entretejido. Este además se completa con un sobremanto rojo, igualmente también he usado este vestido para indumentaria de Inmaculada. De entre todos, el más destacado es el traje rico que hace gala a la misma realeza de la Virgen, pero en este caso como anteriormente se ha dicho como dama caminante de la nobleza, es el regalado por las hermanas mayores Toñi y Juani, en este caso recuperando bordados de un antiguo paño de hombros prácticamente elaborado en piezas de cartulina, sobre terciopelo azul marino, y un vestido de brocado valenciano en sedas de colores de gran profusión decorativa. Cada traje se completa con su respectivo traje del niño. Sin embargo, la Virgen actualmente tiene dos juegos de sombreros (dos para la Madre y dos para el Niño). Como peculiaridad, la Virgen tiene diferentes ramos de flores preservadas, de talco y de tela, para la mano del cetro (en este caso sustituido por el báculo) sombrero y cestita del niño (ésta la última incorporación a la iconografía) que se van sustituyendo y combinando en los últimos años.
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Aún así, tengo entendido, por las conversaciones que he tenido con muchos miembros de otras juntas, Yoya, camarera en el año del “estreno” de este cambio, Quisco y Quina, entre otros, que el actual báculo se hizo en muy poco tiempo, y además no cumple todas las expectativas en cuanto al peso del mismo (demasiado para la delicadeza de la mano de nuestra Señora) lo cual he intentado solventar ideando otros métodos de sujeción, es por lo que en un futuro, de intentar mejorar esta vestimenta, creo que habría que enfocarse en un nuevo cayado de menor peso.
He de decir, además, que me gusta muchísimo la versatilidad de estas prendas e incluso, adaptar antiguas prendas a la hechura del traje de viajera, como ha sido el caso de este cambio del mes de enero, constando de un antiguo manto, y una antigua capa bordada, con la cual logré quizá con no todo el acierto que me gustaría, aunque la combinación de color quedó muy lograda. Lo que se convirtió en un cuarto traje de viaje. De esta forma podemos decir que al menos, la Virgen en 2020 también estuvo vestida de “Pastora”.
Pues muchísimas gracias por atendernos Miguel Angel.
By.- A,A Entrevista a Miguel Ángel Borrego.
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