Una corona de devoción
Aunque nos pueda parecer mentira, están ya a la vuelta de la esquina las fechas tan esperadas para celebrar el solemne triduo en honor y recuerdo del XXV aniversario de la Coronación Canónica de la Sagrada imagen de María Santísima de la Cabeza, nuestra querida Morenita.
Por ello, desde este blog extraoficial de devotos de la Santísima Virgen de la Cabeza, y que en nada quiere entrometerse en el buen hacer de la Cofradía ni de la parroquia de San Francisco de Asís, queremos presentar a todos nuestros seguidores una serie de reflexiones de carácter religioso y espiritual, para prepararnos a vivir mejor estas fechas tan esperadas y que con tanta ilusión y ahínco ha preparado la Real Cofradía.
Para ello, hemos pedido a un buen amigo de todos nosotros, como es el Rvdo. P. D. Ramón Clavería Adiego, devoto de la Santísima Virgen de la Cabeza y fiel asistente a sus fiestas tanto en Rute como en Andújar, y que además, es profesor de Liturgia en el Seminario diocesano de la Santa Cruz de Huesca, y de Mariología en la escuela diocesana de teología de Jaca, a que nos escriba unas reflexiones para prepararnos interiormente a celebrar el XXV aniversario de la Coronación de la Virgen de la Cabeza; invitación a la que, en medio de sus múltiples obligaciones, ha aceptado –no sin insistencia por parte de la redacción del blog, todo hay que decirlo-, y que desde estas líneas le agradecemos enormemente, puesto que sabemos que durante estos días ha estado encargándose de la cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud en su diócesis, ha estado de ejercicios espirituales y que está preparando una peregrinación con enfermos al Santuario de Lourdes; lo cual no ha hecho sino cargarle todavía más de trabajo.
Y para ello nos invita a considerar que podemos comenzar nuestras reflexiones haciéndonos la siguiente pregunta ¿En qué consiste una Coronación canónica? Porque hablamos mucho de que la Virgen está Coronada canónicamente; que es un honor tenerla coronada, que es la máxima distinción litúrgica que puede tener una imagen de la Santísima Virgen…. ¿Pero qué es realmente una Coronación canónica?
Muchos de los que asistieron aquel inolvidable 9 de mayo de 1986 a la Solemne Coronación canónica de la Virgen de la Cabeza tendrán retenidos en su recuerdo para siempre aquel acto irrepetible, los gestos, los ritos, el momento esperado en el que Mons. José Antonio Infantes Florido ciñó las benditas sienes de nuestra Madre con la corona recién bendecida….
¿Pero qué hay detrás de ello?
En un principio, podemos pensar que la Coronación canónica no es más que una celebración multitudinaria en torno a una imagen de la Santísima Virgen en la que el Obispo o el Delegado Pontificio en caso de ser Coronación Pontificia pone sobre las sienes de la imagen de María Santísima la corona que le ofrece su pueblo. Pero eso es simplemente un momento de todo lo que es una Coronación.
La Coronación Canónica es un proceso en el que hay que demostrar que una imagen concreta recibe un culto multisecular, es decir, que esa imagen haya movido desde muchos años, e incluso siglos atrás a los fieles a una veneración sincera a la Madre de Dios por medio de ese signo que es la imagen. Demostrado esto, la autoridad eclesiástica determina coronarla solemnemente, poniendo sobre su cabeza y la del Divino Niño una corona. Es por tanto, una práctica especial de devoción, unida a la Iglesia; una práctica que nos debe unir más a la Iglesia y a sentirnos Iglesia de Jesucristo unida a María.
Nos gustaría que, durante estos días, pudiéramos rezar en nuestro interior esa hermosa oración con la que es bendecida la corona que lleva la Virgen. La misma oración con la que se bendijo la corona que hoy luce radiante nuestra Morenita:
“Bendito eres, Señor, Dios del cielo y de la tierra, que con tu misericordia y tu justicia dispersas a los soberbios y enalteces a los humildes; de este admirable designio de tu providencia nos has dejado un ejemplo sublime en el Verbo encarnado y en su Virgen Madre: tu Hijo, que voluntariamente se rebajó hasta la muerte de cruz, resplandece de gloria eterna y está sentado a tu derecha como Rey de Reyes y Señor de señores; y la Virgen, que quiso llamarse tu esclava, fue elegida Madre del Redentor y verdadera Madre de los que viven, y ahora, exaltada sobre los coros de los ángeles, reina gloriosamente con su Hijo, intercediendo por todos los hombres como abogada de la gracia y reina de misericordia. Mira, Señor, benignamente a estos tus siervos que, al ceñir con una corona visible la imagen de Cristo y de su Madre, reconocen en tu Hijo al Rey del universo e invocan como Reina a la Virgen María. Haz que, siguiendo su ejemplo, te consagren su vida y, cumpliendo la ley del amor, se sirvan mutuamente con diligencia; que se nieguen a si mismos y con entrega generosa ganen para ti a sus hermanos; que, buscando la humildad en la tierra, sean un día elevados a las alturas del cielo, donde tú mismo pones sobre la cabeza de tus fieles la corona de la vida. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.”
Amén.”
Desde este blog, os invitamos a rezar diariamente esta oración, para así prepararnos a vivir intensamente el Solemne Triduo que en recuerdo de tan insigne momento nos disponemos a celebrar. Saboreemos y meditemos cada una de estas frases. Pidámoslas sinceramente desde lo más profundo de nuestro corazón. Que sepamos ver cuáles son nuestras obligaciones como devotos de María Santísima de la Cabeza Coronada, y procurémoslas llevarlas a cabo en nuestra vida de cada día, para que así, podamos decir con orgullo que la mejor corona de la Morenita, son todos sus devotos.
By.- A,A Fuente.- Ramón Claveria Adiego
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